Hoy en día la sostenibilidad en la gestión de flotas empresariales se ha convertido en una prioridad para muchas empresas, especialmente en la gestión de flotas de vehículos. La electrificación de las flotas no solo reduce la huella de carbono, sino que también puede optimizar costes a largo plazo, especialmente en un contexto normativo europeo que impulsa estas transformaciones.
Para el año 2035, la Unión Europea ha establecido la prohibición de la venta de vehículos de combustión interna, lo que significa que las empresas deben adaptarse rápidamente a las nuevas exigencias y aprovechar las oportunidades que surgen de esta transición y disfrutar de una ventaja competitiva.
Para empezar una estrategia de electrificación de flotas empresariales, es crucial comenzar con una evaluación inicial que incluya un análisis detallado de la flota y sus operaciones actuales. Esto significa que se debe de evaluar el tipo de vehículos, su uso, rutas y consumo de combustible, lo que ayudará a identificar cuáles son los candidatos ideales para la electrificación. A partir de esta evaluación, las empresas deben definir objetivos claros y medibles, como la reducción de emisiones de CO2 o el porcentaje de vehículos eléctricos (EV) que desean incorporar en un plazo específico.
Una vez establecidos los objetivos, es fundamental investigar las opciones de vehículos eléctricos disponibles en el mercado. Comparar diferentes modelos en términos de capacidades, costes de mantenimiento y autonomía permitirá a las empresas tomar decisiones informadas.
Luego, está el tema de la carga. La implementación de una infraestructura de carga adecuada es otro paso esencial. Desarrollar una red de estaciones de carga adaptada a las operaciones de la flota, incluyendo cargadores rápidos (DC) y de nivel 3 (AC), facilitará su eficiencia. Y aquí es donde la carga ultrarrápida móvil de Wattson Smart Charging se convierte en un recurso invaluable para empresas en transición hacia la electrificación de sus flotas.
Este servicio proporciona flexibilidad y comodidad, permitiendo cargar vehículos en diversas ubicaciones, reduciendo los recursos de implementación y optimizando el tiempo de inactividad. Cabe también destacar que una de las principales barreras que experimentan las empresas para llevar a cabo la electrificación de sus flotas, es la dificultad para abastecer sus sedes con la potencia demandada: se trata de un proyecto que conlleva elevados costes y varios años de duración si no se ejecuta de forma progresiva y planificada.
Gracias a la tecnología de Wattson, las empresas pueden cargar vehículos rápidamente y en cualquier momento, reduciendo costes y maximizando la eficiencia. Además, su sistema de monitoreo inteligente proporciona análisis en tiempo real del consumo de energía, facilitando ajustes estratégicos en la gestión de la flota.
La sostenibilidad como eje central en la electrificación de flotas empresariales
Además de la infraestructura, es importante involucrar a los empleados en este cambio, ya que juega un papel crucial en este proceso. Fomentar una cultura empresarial que valore la sostenibilidad y capacite a los empleados en el uso de vehículos eléctricos ayudará a maximizar el impacto positivo de la electrificación.
Además, es recomendable implementar sistemas de monitoreo para evaluar el rendimiento de los vehículos eléctricos y el uso de energía, permitiendo ajustes en la estrategia según sea necesario.
La normativa europea “Fit for 55” no solo establece la prohibición de vehículos de combustión para 2035, sino que también establece objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, lo que impacta directamente a las flotas comerciales. A medida que las empresas se alinean con estas regulaciones, pueden beneficiarse de incentivos financieros y programas de subvenciones que fomentan la adopción de vehículos eléctricos y la instalación de infraestructura de carga.
Por último, ejemplos de éxito en la transformación de flotas hacia la sostenibilidad incluyen a empresas como DHL, que se ha comprometido a operar una flota completamente eléctrica para 2030, y UPS, que ha invertido en vehículos eléctricos y ha desarrollado infraestructura de carga en sus centros de distribución, logrando una notable reducción de emisiones. Coca-Cola también ha introducido camiones eléctricos, reduciendo costes y emisiones en sus operaciones.
En conclusión, la transición hacia una flota de vehículos más sostenible es un proceso que requiere planificación, inversión y compromiso. Las empresas que adopten estrategias claras para electrificar sus flotas implementen servicios móviles de carga como los ofrecidos por Wattson Smart Charging SL, y se alineen con las normativas europeas pueden no solo contribuir a un medio ambiente más limpio, sino también obtener beneficios económicos significativos a largo plazo.
La sostenibilidad no es solo una tendencia; es una necesidad que se traduce en ventaja competitiva en el mundo empresarial actual.
Autor: Albert Casquero Rovira
Fecha: 30-10-2024